Por: Lorena Arias Montaño
En estos días, en cuanto el Sol se oculta en el horizonte y la luz del crepúsculo vespertino poco a poco disminuye, un astro que de manera evidente queda a la vista es Venus, es lo más brillante del cielo nocturno después de la Luna. Por ser un planeta interno a Venus siempre lo veremos cercano al Sol, unas veces más que otras. A la separación angular entre el planeta y el Sol se le llama elongación. Cuando la elongación es nula, la Tierra, Venus y el Sol están alineados y se trata de una conjunción. Si Venus está entre el Sol y nosotros es una conjunción inferior, si por el contrario Venus queda por detrás del Sol entonces es una conjunción superior. La máxima elongación de Venus es de 46o, pudiendo ser Este u Oeste, en el primer caso veremos a Venus al atardecer, como actualmente, en el segundo caso será visible antes del amanecer, razón por la cual el planeta es conocido como la estrella del amanecer o el lucero del atardecer.
Al igual que la Luna, visto desde la Tierra, Venus presenta fases. En la conjunción superior el planeta está en fase llena, dándonos su cara totalmente iluminada, pero imposible de observar por su cercanía con el Sol. En la máxima elongación – al este – Venus estará en cuarto menguante y continuará a la conjunción inferior donde nuevamente quedará fuera de nuestra vista, por la cercanía al Sol y porque ahora la cara iluminada es la opuesta a la Tierra. Después, Venus estará en cuarto creciente en la elongación máxima – al oeste – para, finamente, regresar a ser Venus lleno. Este ciclo se completa en 584 días. En los puntos de máxima elongación es posible ver a Venus durante casi tres horas después de la puesta del Sol.
En 1610 Galileo Galilei observó las diferentes fases de Venus con un telescopio de 40 mm de diámetro que le permitía una potencia de 14 aumentos. Estas observaciones fueron las primeras documentadas en telescopio del planeta y las publicó en su obra “Sidereus Nuncius” (El Mensajero Sideral), las cuales confirmarían la teoría heliocéntrica de Copérnico.
La máxima elongación en el ciclo actual de Venus ocurrirá el 21 de octubre, por lo que desde este mes de septiembre y hasta fines de año estaremos en una buena temporada para su observación, tanto a ojo desnudo como telescopio.
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