El Sol es la estrella que permite la vida en nuestro planeta. Gracias a su luz y a su calor, la Tierra existe como la conocemos. Al igual que las otras estrellas, el Sol tiene un periodo de vida estimado que en cierto momento llegará a su fin. ¿Alguna vez te has preguntado qué va a pasar en el Sistema Solar y en la Tierra cuándo el Sol “muera”?
Antes de llegar a la “muerte” del Sol, debemos hablar sobre cómo funciona el ciclo de vida de una estrella. Las estrellas obtienen su energía de la fusión de átomos de hidrógeno para convertirse en helio. A este proceso se le conoce como fusión termonuclear. La energía que las estrellas producen durante esta etapa de su evolución es consecuencia de este proceso y es esta misma fusión lo que contrarresta a la gravedad que tiende a colapsar a la estrella. Pero cuando el hidrógeno se empieza a agotar, las estrellas agotan su fuente principal de combustible, y podemos decir que la estrella comienza su etapa de muerte.
Ahora bien, hay diferentes tipos de estrellas en el Universo, alunas más grandes y luminosas que otras, y dependiendo de su masa es el final que tendrá cada una de ellas. Una estrella masiva va a durar menos tiempo y va a tener una muerte más llamativa que una estrella poco masiva. Esto se debe a que al ser una estrella con gran cantidad de masa, las reacciones nucleares se dan con mayor velocidad, por lo que el combustible de la estrella se termina más rápido.
El Sol es una estrella de tamaño promedio y se calcula que se encuentra a la mitad de su vida. Se estima que todavía brillará unos 5 mil millones de años más en su etapa de fusión de hidrógeno. Cuando el hidrógeno se agote, el Sol va a crear una nebulosa planetaria. Antes de su transformación, el Sol va expandirse, y un tiempo después va a expulsar una enorme cantidad de masa en forma de gas y polvo, conocida como “envoltura”, que llegará a alcanzar las órbitas de los planetas de nuestro Sistema Solar.
Cuando esta envoltura se expanda a través del Sistema Solar, primero alcanzará el lugar que ocupan Mercurio y Venus. Este proceso va a durar un tiempo condiderable antes de que llegue a la órbita donde hoy está la Tierra. Los científicos creen que Marte se podría salvar de ser consumido por el Sol, aunque la radiación remanente le afectaría mucho. Los planetas gaseosos recibirán materia de los planetas consumidos. Los anillos de Saturno desparecerían puesto que el calor los vaporizaría. Por otro lado, habría nuevas zonas “habitables” en el Sistema Solar. Plutón y los otros cuerpo del cinturón de Kuiper serían en este escenario los nuevos prospectos. Se estima que Plutón sería el planeta más parecido a la Tierra pues tendría una atmósfera espesa y una superficie dibse sería posible el agua líquida, con temperaturas similares a la de nuestro planeta hoy en día. Puede sonar extraño, pero es un futuro lejano en el que las cosas no serán como las conocemos hoy en día.
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